sábado, 29 de noviembre de 2014

EL TIEMPO Y LOS SUEÑOS

Vivir es una aventura continua. A veces siento que no me alcanza el tiempo para hacer todo lo que deseo.

Para empezar, cada día se me ocurre una nueva idea, busco libros nuevos por leer, emprendimientos por hacer. ¿Cuál es el problema?  - El tiempo.

Como muchas mujeres en mi país fui a la universidad a obtener un título que me acredite como profesional en algo, también me casé y tuve una hermosa hija a la que le dedico un blog entero. Trabajo en una gran empresa del sector importante para la economía de la ciudad. Allí he aprendido muchas cosas, he adquirido y fortalecido muchas habilidades. ¿Cuál es el pero?.

Con toda una vida aparentemente consolidada no puedo quedarme quieta. Para mí, la vida va más allá. Mi afán por aprender es inmenso.

Y que decir de las responsabilidades financieras en que me he metido por cumplir el anhelo de tener casa propia, mi carro, etc. ¿A qué horas se me ocurrió que necesitaba tener casa propia, carro y otras cosas empeñando mi futuro (el de mi familia también) con los bancos? Antes de embarcarme en semejante despropósito no tenía nada pero no le debía a nadie. Podía en cualquier momento cambiar de rumbo sin pensarlo. Buscar otras oportunidades (por ejemplo, en caso que me aburriese mi trabajo, o la ciudad donde vivo, etc). Por fortuna, en la era de la información, de las oportunidades: hay salidas.

¿Ahora cual es el dilema? El miedo al riesgo: ¿Y si fracaso?¿y si no soy idonéa para emprender?¡Excusas!

Me he puesto la meta de abrir los ojos a las oportunidades para mejorar mi calidad de vida y la de mi familia. ¿Y el tiempo? - Ah, verdad. He descubierto que es relativo. Es cosa de organizarse para cumplir con las prioridades más fundamentales, mientras se teje la libertad financiera. No hablo de la trillada frase de Robert Kiyosaki (tendría que abordarlo en un blog específico de finanzas) sino a la libertad de saber que no le debo un peso a nadie, tengo espacio para tomar decisiones transcendentales sin sentirme encandenada por ellas, libertad para usar mi dinero completo para invertir, ahorrar para viajar, darme gustos y compartir más con mi familia.

En conclusión, el tiempo finalmente es un activo precioso que usandolo bien, obra maravillas. Por ejemplo, me ayuda a lograr mis sueños.

¿Voy camino al logro mis sueños? - Es mi meta todos los días. Tiempo voy contigo porque se que no esperas por nadie.

Maryory Valdés

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