jueves, 18 de diciembre de 2014

EL CAMINO DE LOS SUEÑOS





(Dedicado a mis amigas más preciadas)

Es el camino tan empedrado para nosotras que un día decidimos sin más ni más, ser igual o mejor que los hombres. ¿Lo hemos logrado? ¡Indudablemente! Nuestra capacidad ha superado nuestras expectativas. Somos hijas, hermanas, madres, esposas y ejecutivas de éxito.

¿Qué es el éxito? ¿Un cartón de maestría? ¿Un alto puesto ejecutivo?
He aprendido a golpes (de la vida) que el éxito es el logro de los sueños. Esos sueños que no tienen nada que ver con seguir el esquema que el sistema ha trazado y el que nosotras haciendo gala de un ego tan gigante decidimos apostarle.

Tenemos éxito cuando podemos compartir con los seres queridos sin entorpecerlo llevando trabajo para la casa, o lo que es peor, quedándonos hasta tarde en la oficina porque tenemos responsabilidades que cumplir ¿dónde queda nuestra familia?
Te has preguntado si la gran empresa donde trabajas valorará los minutos dedicados que dejaste de compartir con tu familia: ¡NO!

Somos un tornillo más en una armazón llamada organización. Eres totalmente reemplazable en cualquier momento y todo sigue normal.
Pero tu familia ¿si se muriera uno de ellos podrías reemplazarlos? ¡Nooo! Si se van, será para siempre y sentirás el vacío. No por el hecho de tener su compañía sino por el tiempo que pudiste compartir con ellos y para ti no fue tan importante como regalar tus horas. ¡Siii, regalar tus horas!

¿Dónde quedan tus sueños? ¿Los has realizado?
Incluso si se tratara de practicar deportes extremos, de viajar por el mundo, lo que fuera. ¿Puedes decir que lo has hecho? ¿No? ¿Por qué? ¿Por el dinero? ¿Por el tiempo?
¡Meras excusas! Nos gastamos el dinero y el tiempo en tonterías muchas veces. Todo se ha ido como agua en las manos.
¿Cuántos años tienes? Estas segura que cumples años. Siento decirte que no cumples, restas años. Por lo tanto, el futuro anhelado, tal vez nunca llegue.

He estado dos veces al borde de morir. En ese instante he hecho recuento de mi corta vida. Me he dado cuenta que vivo postergando y he recargado mi felicidad en un después: Cuando me case, cuando me gradúe, cuando, cuando, cuando. La felicidad es aquí y ahora. La mayor satisfacción es construir los sueños en este instante. En el ya.

Solo se tiene conciencia que estamos de paso, cuando adquirimos una enfermedad grave, un accidente o cualquier otra situación que nos ponga en riesgo de morir.
¿Por qué somos tan obstinadas de reaccionar solo allí? La vida es corta, tan corta como cada segundo que pasa.

¡Vívela hoy! ¡lucha por tus sueños hoy! ¡Aléjate de la esclavitud del sistema!

Que le día que el ángel de la muerte llegue por ti, tengas una sonrisa gigante en tu cara.

¡Arriésgate ahora!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Google