sábado, 17 de enero de 2015

LA PRINCESA QUE NO SE AMABA

Había una vez en un país muy lejano, una princesa hermosa e inteligente. Solo tenía algo que ella odiaba de sí misma: no le crecía el cabello como a las demas princesas. Esa situación pudo resolverse gracias a un mercader que vendía cabellos naturales para princesas que no tuvieran la fortuna de tenerlos. Esas extensiones le quedaron tan perfectas que nadie notó que no eran reales. La princesa se sentía maravillosa, como una reina.
Era una mujer muy admirada. Su vestidos eran únicos porque tenía mejor gusto que nadie. Su arte era mejor que nadie porque tenia la disciplina para entregarse a lo que hace con amor y hacerlo mejor que imposible.
Se enamoró de un principe que trabajaba las artes como ella. La cuestión era que ese hombre ya había estado en su vida. Todo parecía encajar. Ese hombre era el mismo niño que admiro en la escuela. Era su amor platónico.
Oh sorpresa! No podían estar juntos. El principe había estado recientemente casado con una bruja. La había abandonado por su egoísmo y crueldad. Además, se habia dado cuenta que siempre estuvo enamorado de la princesa pero no luchó por ella. La bruja malvada hizo de todo para separarlo de la princesa. No tenía límites. La princesa la buscó y le aseguro que con su gran nobleza renunciaba al amor del principe y le pedía que la dejase en paz. La bruja no contenta con verla deprimida siguió con sus artimañas. Queria destruirla como fuera. Lo triste es que no necesitaba usar pocimas ni encantamientos. La princesa sola se estaba destruyendo con la amargua. Ya no le importaba verse como la más hermosa del reino, se veía al espejo y se veía mas horrorosa que la bruja. Estaba empezando a odiarse a sí misma.
No te imaginas la felicidad de la bruja. Había logrado mucho sin mover un dedo. Bueno, movió la lengua viperina para decirle estupideces.
Una hada que queria mucho a la princesa, Le habló y le dijo:
- Princesa, eres la mas bella del reino, la mas inteligente que pueda existir en el mundo. Una mujer que cualquier hombre bueno quisiera por esposa. ¿Por qué has apagado tu luz? Esa bruja te ha perseguido y apagado tu luz como la serpiente que quería comerse el cocuyo porque no le gustaba verlo brillar -. Mirate al espejo, pero mirate con amor. Alza la vista.
La princesa no quería pero se llenó de valentía y se miró al espejo. Una luz le cegó los ojos hasta que pudo verse. Que hermosa se veia. Tenía halos de luz alrededor. Su cabello brillaba como el sol. Le preguntó al hada por qué se veía tan hermosa. Ella le contestó:
- Siempre has sido hermosa, eras tu quien se negaba a verse así. No olvides que como elijas verte, te veras; Si eliges rendirte, te vencerán;
nadie puede hacerte daño sino lo permites.
Entonces la princesa cobró valor y fue mas fuerte que nunca, una vencedora. Nadie podía dañarla porque ella misma era la persona mas importante de su vida.
La bruja huyó, sus encantamientos no pudieron con el brillo de la valentía de la princesa.Tanta era su luz que acababa su magia maligna. Nunca más se supo de ella y princesa fue más admirada que nunca
sobre todo por sí misma.
"Nadie puede hacerte daño, sino lo permites. A la primera persona que debes amar es a ti misma. Lo demás vendrá por añadidura. Cómo elijas verte, te verás. El mundo es el reflejo de nuestros pensamientos"
Autora: Maryory Valdés)
Cuento escrito como dedicatoria para mi amiga Leidy Yu
Publicado a petición de la homenajeada.

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